CRONICA DE ALCANTARILLA

La semana pasada una mujer, madre de dos hijos y abogada, se despertó desnuda y tremendamente asustada en un cuartucho de hotel. No tenía ni la más mínima idea de cómo había llegado allí.

Lo último que recordaba era haber estado en el centro de Medellín, comprando las chucherías para la piñata del cumpleaños de su hijo, cuando fue abordada por un mimo. El hombre sostenía un paraguas, la tomo por un brazo y le dijo '¿te vienes conmigo?'. Fue lo que recordó sentada en la cama de la pieza, cubriéndose con las sábanas.

Buscó sus pertenencias y encontró su ropa, pero no su bolso. Inmediatamente, se dirigió a la policía y volvió al hotel en compañía de unos agentes. El encargado del hotel declaró que un hombre había entrado en compañía de la mujer, pero que no vio nada fuera de lo normal.

Luego la policía llevó la mujer a declarar y en pocos minutos llegó otra señora para hacer la misma denuncia: se despierta desnuda en un hotelucho, con signos de violación y sin documentos.

Todo parece indicar que es una banda la que ejecuta los actos.